La inscripción con el nombre de Puente de Hierro Alcalde López Gavela quedó al descubierto la víspera de su inauguración oficial / Foto BierzoDiario.comFrente a la opinión, bastante extendida, de que Celso López Gavela “no hizo nada” por la ciudad de la que fue alcalde durante 16 años (1979-1995), se alzan aquellos que le atribuyen haber iniciado “desde las tripas” su modernización.

El puente que une el polígono de las Huertas con el barrio de los Judíos llevará desde este domingo el nombre de Alcalde López Gavela. Rebautizado en su día como puente de hierro por unos y como puente de los faraones por aquellos sectores de la ciudadanía que consideraron rebuscado su diseño, con un obelisco presidiendo la entrada, y excesivo su coste, el vial servirá a partir de ahora como reconocimiento a su principal mentor, que encomendó el proyecto al arquitecto Andrés Lozano. La inscripción en letras doradas que se leerá en las dos entradas al puente reza: Puente de Hierro Alcalde López Gavela.

Celso López Gavela, que el próximo 10 de diciembre cumplirá 89 años, nació en San Antolín de Ibias (Asturias). Licenciado en Derecho, entró en política en la Transición como afiliado del PSOE y de la UGT, catapultado por su prestigio profesional. Alcalde de Ponferrada entre 1979 y 1995, también fue senador (1983-1987 y 1989-1993), procurador en las Cortes de Castilla y León (1983-1989), diputado provincial en dos etapas (79-83 y durante algunos meses tras las elecciones de 1995) y en el ámbito interno ocupó numerosos cargos, entre ellos el de presidente del PSOE de Castilla y León.

Celso López Gavela

A la alcaldía ponferradina llegó tras las elecciones del 3 de abril de 1979, las primeras tras la dictadura franquista. Con los resultados de esos  comicios, el Ayuntamiento de Ponferrada quedó conformado por 8 concejales del PSOE (el partido más votado), 8 de la UCD, 5 de la Asociación de Vecinos Independientes (AVI), 2 de Independientes del Bierzo (IB) y 2 del PCE. El número uno de la candidatura socialista fue investido alcalde como cabeza de la lista más votada ante la falta de acuerdo entre los grupos. López Gavela gobernó desde el consenso y el diálogo con todos, obteniendo apoyos puntuales para sus proyectos que perseguían cambiar la faz del municipio. Quizá no se ejecutara ninguna obra vistosa, pero abordó infraestructuras básicas sin las que hubiera resultado imposible todo lo que vino después.

Los electores se lo premiaron con creces cuatro años más tarde, cuando con su respaldo abrumador en las urnas —ayudado por el desmoranamiento de la UCD— otorgaron al Partido Socialista 20 de los 25 escaños de la Corporación. Dos veces más le renovaron su confianza, lo que llevó a López Gavela a completar 16 años en la alcaldía, hasta que en 1995 decidió poner fin a su etapa política local, que compatibilizó en varios períodos con responsabilidades en la Diputación provincial, las Cortes de Castilla y León o el Senado.

Bajo los sucesivos mandatos de Celso López Gavela se operó un profundo cambio y se sentaron las bases del desarrollo futuro de Ponferrada, aunque sus críticos han sostenido siempre que acaso le sobraron los últimos dos mandatos. Cuando el PSOE accedió al gobierno local en 1979, los vecinos de gran parte de los pueblos y barrios de Ponferrada pisaban barro en las calles, por no hablar de las carencias en infraestructuras y servicios básicos como abastecimiento y saneamiento, alumbrado, etc. Con un enorme esfuerzo inversor en tiempos de escaso presupuesto municipal se fueron completando poco a poco esas infraestructuras. Aunque algunos no lo recuerden y otros, por su edad, lo desconozcan "las tripas" de la ciudad se removieron entonces. Los ponferradinos así lo reconocieron multiplicando su apoyo al PSOE elección tras elección. Hasta la llegada en 1995 de Ismael Álvarez, sostenido por tres tránsfugas en los que Gavela siempre había confiado.